Comenzaremos con una frase alusiva al tema de SAW. “Los mensajes que descienden del Mundo del Espíritu Puro se tornan simbólicos en el Mundo Astral. Esos símbolos se interpretan basándose en la Ley de las Analogías Filosóficas, en la Ley de las Analogías de los Contrarios, en la Ley de las Correspondencias y de la Numerología. Estudiad el Libro de Daniel y los pasajes Bíblicos del Patriarca José hijo de Jacob, para que aprendáis a interpretar vuestras Experiencias Astrales.”
El objetivo de aprender a interpretar los sueños es permitirnos el Auto conocimiento o la Auto Gnosis. Bien nos decía Platón “Al hombre se le conoce por sus sueños”, en los sueños se encuentran verdades trascendentales, guías en nuestro camino, estado psicológico de nosotros mismos, la raíz de tal o cual problema, la solución a nuestros conflictos, etc. Para lograr tener la capacidad reinterpretar correctamente los sueños es necesario adentrarnos en la Sabiduría Gnóstica, la constitución interna del Ser Humano, la constitución séptuple de todo lo creado y utilizado sabiamente las leyes de interpretación.
Sobre todo es básico que comprendamos que hay que ser independientes psicológicamente y lograr interpretar por si mismos los sueños. Ya que estos se encuentran en íntima relación con lo que vivimos, con lo que pensamos, con lo que sentimos, por ello cada uno tiene su propia interpretación posible, solo nosotros podemos darle la correcta interpretación a lo que soñamos. Los sentimientos que tenemos en el diario vivir, los problemas que vivir cada ser humano en su vida practica, los proyectos, metas, ideales, defectos psicológicos, etc. se suelen disfrazar en el mundo de los sueños con el ropaje simbólico y se manifiestan de forma alegórica en este mundo de símbolos.
Por ejemplo cuando soñamos a determinada persona generalmente no es en si misma la persona, sino lo que ella representa para nosotros, es decir, si soñamos por ejemplo a nuestra Mamá, y élla para nosotros es amor, entonces realmente cuando la soñamos es el símbolo del sentimiento nuestro del amor, si soñamos a nuestra madre enferma, no es que esté enferma, sino que nuestro amor, la virtud del amor, está fallando en nuestra vida, esta siendo afectado por algún defecto psicológico que como un virus lo enferma.
Son 4 las 4 leyes para interpretar los sueños. Ley de las Analogías, Ley del Número, Ley de los Contrarios y Ley de las Correspondencias. Ley de las Analogías: Análogo es algo de apariencia igual, por ejemplo, las gotas de lluvia, son iguales a las lágrimas, por lo que si uno sueña lluvia, puede traducirse por ley de las analogías como Sufrimientos. El Toro furioso es análogo al ser humano cuando estallamos en ira, cólera, enojo, nos indicarán a las claras que debemos trabajar con el defecto de la ira, controlar nuestras emociones, la raíz seguramente de varios de nuestros problemas cotidianos tiene su base en la Ira y por ello soñamos con el toro. Si estudiamos el comportamiento de un burro y lo comparamos con el comportamiento de la mente veremos que son análogos, por lo tanto la mente siempre ha sido representada por un burro, solo basta recordar que Jesús el domingo de Ramos entra a Jerusalem montado en un burro, indicando que se necesita dominar la mente para lograr el triunfo.
Ley del Número: Cada número tiene un significado, por lo que cada vez que soñamos algo que tenga relación con un número este se relaciona con su significado. Ejemplo, si soñamos con el número 3, significa que debemos ser más creativos, hacer las cosas con más arte, que probablemente tengamos producción espiritual o material, etc. Veamos algunos ejemplo: El Número uno es la Voluntad, es el comienzo de toda cosa, representa el principio masculino, activo. Se relaciona con el Real Ser, la parte más recóndita divinal de cada ser humano. Si soñamos –por ejemplo- que un anciano nos entrega un pergamino con la frase “Tu misión es encontrar los mil escritos perdidos”, lo sumamos y nos da el no. 1, lo cual nos quiere decir que debemos recobrar la voluntad, que debemos acercarnos a la verdad. El Número dos es el símbolo de la mujer, de la Imaginación, de la madre Divina, del Cristo Cósmico, es el número representativo de la Enseñanza de la gnosis que debe vivirse en la practica. Supongamos que en el sueño nos encontramos en algún camino solitario dos jarrones de agua, es incuestionable que se trata de un mensaje, nos tratan de indicar que debemos beber de esa sabiduría gnóstica, pero no en todos es igual, quizás si algún soltero en edad casadera soñara esto, es símbolo probable de que se acerque su pareja con la que compartirá su vida.
El número tres es producción material y espiritual, es el número del Tercer Logos o Espíritu Santo, indica la creación, el arte, la belleza. Si por ejemplo en nuestra vida practica estamos por emprender algún negocio y soñamos que alguien nos paga 3000 pesos, lo sintetizamos y nos queda 3, y es indicio de que en nuestro negocio nos irá bien. El número Cuatro nos indica los 4 elementos, poner las bases firmes para hacer las cosas, es el símbolo de la misericordia divina y humana, de repente alguien se va a casar y sueña una casa con 4 pilares, esto es símbolo de que antes de dar este paso tan importante en la vida, debemos poner las bases firmes, hacer las cosas no a la ligera, establecer los fundamentos para que todo salga bien.
Ley de los Contrarios: Se refiere esta ley al opuesto de lo que soñamos, a la antítesis del sueño. Un ejemplo claro de ello es el soñar dulce, generalmente representa amarguras. ¿Cómo saber entonces cuál ley utilizar?, debemos someter el sueño a cada ley y relacionarlo con la vida práctica, con lo que vivimos, con lo que hacemos y de ahí sacaremos el mejor resultado.
Ley de las correspondencias: Esta ley se refiere a lo que corresponde en nosotros un símbolo que soñamos, por ejemplo, si uno sueña con una casa, esta simboliza el cuerpo físico, pues si una casa es donde uno vive, así mismo para la esencia el cuerpo físico es una casa. El caballo es símbolo también del cuerpo físico, ya que siendo un vehículo de transporte, es el cuerpo físico también lo es para el alma. En el mundo astral el caballo es símbolo además de la amistad. Si el jinete se cae del caballo nos indica que el cuerpo no tiene un control, que debemos estar más atentos al cuidado del cuerpo físico.
Veamos algunos ejemplos para comprender mejor el sistema de interpretación de sueños. El Gato que ataca.- Si analizamos la vida del gato veremos que este es muy convenenciero, que si alguien en alguna otra casa le da de comer y lo trata mejor, sencillamente se va. Es obvio que si uno sueña algún gato que nos ataca generalmente representará tracción de alguien cercano a nosotros. Claro el gato en si mismo puede simbolizar también trabajo el fuego sagrado del amor. ¿Con cuál ley hemos interpretado este sueño?--- Con la ley de las analogías, pues el comportamiento del gato, es análogo a nosotros cuando traicionaos.
El Perro.- Una de las características principales es la fidelidad y eso representa en el mundo de los sueños, la amistad. Un perro manso significará amigos fieles, un perro que nos ataca, puede simbolizar que existe la probabilidad de que un amigo nos ataque.
León.- Si estudiamos al león veremos que se encuentra en la cúspide de la cadena alimenticia, que es –como se dice- el rey de la Selva, por ley de las correspondencias veremos que la Ley de causa y efecto es suprema, bajo ella se encuentra organizado todo lo existente, así como bajo el león se encuentran las demás clases de animales, por lo que si soñamos un león manso, un león que nos defiende o protege, será la ley a favor, que tenemos lo que se conoce en el mundo oriental como Dharma, es decir compensación, pago por algo que hicimos en el Pasado de bueno, y se está por pagar. Por el contrario si el león nos ataca quiere decir que está por cobrarse la ley alguna deuda que tenemos pendiente, y se nos avisa para que la paguemos con buenas obras.
El Lobo.- Es también un símbolo de la ley del Karma, pues así como a un lobo no se le escapa su presa, no hay nada que se escape a la ley, des decir, que todo lo que hacemos inexorablemente trae su consecuencia, sea positiva o negativa.
El elefante.- Simboliza la conciencia, pues es la fortaleza del elefante símbolo de la fortaleza que puede darnos la conciencia al ser despertada. Es símbolo también del Logos, de la divinal, de las fuerzas divinas.
Montaña.- Es símbolo del trabajo fecundo, del camino interno que cada uno debe seguir para lograr encontrarse con su real Ser, del trabajo por conquistarse a sí mismo.
Castillo.- Un castillo ha sido siempre un símbolo de grandeza, donde se encuentra el Rey símbolo del espíritu, por ello cuando se sueña con castillos generalmente representa logros espirituales, que existe posibilidad de avanzar internamente en el camino hacia el Ser cultivando el trabajo por el servicio desinteresado.
Lechuza.- Si generalmente nosotros relacionamos la lechuza con los trabajos que hacen las personas en contra de la voluntad, pues simbolizará esto, es también un símbolo funerario, pero no necesariamente que sea posible que nos vayamos a morir, más bien que algo tiene que morir dentro de uno, quizás algún defecto psicológico bien arraigado que se hace urgente que desaparezca.
Pescando.- El pez es símbolo de la Sabiduría cristica, por lo que verse pescando significa el trabajo con el Apostolado, es decir, el trabajar desinteresadamente por la humanidad llevando la enseñanza que pueda ayudarles a transformarse y salir del estado en que nos encontramos, dar luz, sabiduría a los demás.
Árbol.- En todos los libros sagrados del mundo el árbol es el símbolo de la sabiduría, del espíritu, de lo divinal, basta recordar el Árbol de la Vida como darnos una referencia de este símbolo tan extraordinario, si algún día soñamos un árbol partido en dos, indudablemente nos indican que andamos mal en el camino, que hay que rectificar, que es indispensable que nos sentemos en el banquillo de los acusados y reconocer nuestros propios defectos con el fin de corregirnos y enderezar nuestro camino.
Nubes.- Siendo el sol símbolo de la luz, la fuerza, lo positivo, los valores, de la misma Divinidad, es indudable que el soñar con nubes, siendo estas las que en un momento dado impiden ver la luz, nos indica que estamos confundidos, que nos falta claridad, que nuestras nubes - mente nos está obstruyendo la claridad espiritual.
Son los sueños un lenguaje extraordinario mítico, mitológico, simbólico a través del cual se nos ha guiado siempre, se nos indica el camino preciso a seguir, el sendero que debemos tomar para reconquistar la sabiduría del Padre interno.
No existe mejor persona que uno mismo para interpretar los sueños, pues estos se encuentran en íntima relación con nuestras vivencias muy particulares, debemos comprender que son mensajes para nosotros, sabiamente elaborados de acuerdo a nuestra forma de pensar, sentir y obrar.
La vigilancia y la lucidez son los senderos de la inmortalidad.
Los que vigilan no mueren. La negligencia es el sendero de la muerte.
Los negligentes son como si ya estuvieran muertos. BUDA
El objetivo de aprender a interpretar los sueños es permitirnos el Auto conocimiento o la Auto Gnosis. Bien nos decía Platón “Al hombre se le conoce por sus sueños”, en los sueños se encuentran verdades trascendentales, guías en nuestro camino, estado psicológico de nosotros mismos, la raíz de tal o cual problema, la solución a nuestros conflictos, etc. Para lograr tener la capacidad reinterpretar correctamente los sueños es necesario adentrarnos en la Sabiduría Gnóstica, la constitución interna del Ser Humano, la constitución séptuple de todo lo creado y utilizado sabiamente las leyes de interpretación.
Sobre todo es básico que comprendamos que hay que ser independientes psicológicamente y lograr interpretar por si mismos los sueños. Ya que estos se encuentran en íntima relación con lo que vivimos, con lo que pensamos, con lo que sentimos, por ello cada uno tiene su propia interpretación posible, solo nosotros podemos darle la correcta interpretación a lo que soñamos. Los sentimientos que tenemos en el diario vivir, los problemas que vivir cada ser humano en su vida practica, los proyectos, metas, ideales, defectos psicológicos, etc. se suelen disfrazar en el mundo de los sueños con el ropaje simbólico y se manifiestan de forma alegórica en este mundo de símbolos.
Por ejemplo cuando soñamos a determinada persona generalmente no es en si misma la persona, sino lo que ella representa para nosotros, es decir, si soñamos por ejemplo a nuestra Mamá, y élla para nosotros es amor, entonces realmente cuando la soñamos es el símbolo del sentimiento nuestro del amor, si soñamos a nuestra madre enferma, no es que esté enferma, sino que nuestro amor, la virtud del amor, está fallando en nuestra vida, esta siendo afectado por algún defecto psicológico que como un virus lo enferma.
Son 4 las 4 leyes para interpretar los sueños. Ley de las Analogías, Ley del Número, Ley de los Contrarios y Ley de las Correspondencias. Ley de las Analogías: Análogo es algo de apariencia igual, por ejemplo, las gotas de lluvia, son iguales a las lágrimas, por lo que si uno sueña lluvia, puede traducirse por ley de las analogías como Sufrimientos. El Toro furioso es análogo al ser humano cuando estallamos en ira, cólera, enojo, nos indicarán a las claras que debemos trabajar con el defecto de la ira, controlar nuestras emociones, la raíz seguramente de varios de nuestros problemas cotidianos tiene su base en la Ira y por ello soñamos con el toro. Si estudiamos el comportamiento de un burro y lo comparamos con el comportamiento de la mente veremos que son análogos, por lo tanto la mente siempre ha sido representada por un burro, solo basta recordar que Jesús el domingo de Ramos entra a Jerusalem montado en un burro, indicando que se necesita dominar la mente para lograr el triunfo.
Ley del Número: Cada número tiene un significado, por lo que cada vez que soñamos algo que tenga relación con un número este se relaciona con su significado. Ejemplo, si soñamos con el número 3, significa que debemos ser más creativos, hacer las cosas con más arte, que probablemente tengamos producción espiritual o material, etc. Veamos algunos ejemplo: El Número uno es la Voluntad, es el comienzo de toda cosa, representa el principio masculino, activo. Se relaciona con el Real Ser, la parte más recóndita divinal de cada ser humano. Si soñamos –por ejemplo- que un anciano nos entrega un pergamino con la frase “Tu misión es encontrar los mil escritos perdidos”, lo sumamos y nos da el no. 1, lo cual nos quiere decir que debemos recobrar la voluntad, que debemos acercarnos a la verdad. El Número dos es el símbolo de la mujer, de la Imaginación, de la madre Divina, del Cristo Cósmico, es el número representativo de la Enseñanza de la gnosis que debe vivirse en la practica. Supongamos que en el sueño nos encontramos en algún camino solitario dos jarrones de agua, es incuestionable que se trata de un mensaje, nos tratan de indicar que debemos beber de esa sabiduría gnóstica, pero no en todos es igual, quizás si algún soltero en edad casadera soñara esto, es símbolo probable de que se acerque su pareja con la que compartirá su vida.
El número tres es producción material y espiritual, es el número del Tercer Logos o Espíritu Santo, indica la creación, el arte, la belleza. Si por ejemplo en nuestra vida practica estamos por emprender algún negocio y soñamos que alguien nos paga 3000 pesos, lo sintetizamos y nos queda 3, y es indicio de que en nuestro negocio nos irá bien. El número Cuatro nos indica los 4 elementos, poner las bases firmes para hacer las cosas, es el símbolo de la misericordia divina y humana, de repente alguien se va a casar y sueña una casa con 4 pilares, esto es símbolo de que antes de dar este paso tan importante en la vida, debemos poner las bases firmes, hacer las cosas no a la ligera, establecer los fundamentos para que todo salga bien.
Ley de los Contrarios: Se refiere esta ley al opuesto de lo que soñamos, a la antítesis del sueño. Un ejemplo claro de ello es el soñar dulce, generalmente representa amarguras. ¿Cómo saber entonces cuál ley utilizar?, debemos someter el sueño a cada ley y relacionarlo con la vida práctica, con lo que vivimos, con lo que hacemos y de ahí sacaremos el mejor resultado.
Ley de las correspondencias: Esta ley se refiere a lo que corresponde en nosotros un símbolo que soñamos, por ejemplo, si uno sueña con una casa, esta simboliza el cuerpo físico, pues si una casa es donde uno vive, así mismo para la esencia el cuerpo físico es una casa. El caballo es símbolo también del cuerpo físico, ya que siendo un vehículo de transporte, es el cuerpo físico también lo es para el alma. En el mundo astral el caballo es símbolo además de la amistad. Si el jinete se cae del caballo nos indica que el cuerpo no tiene un control, que debemos estar más atentos al cuidado del cuerpo físico.
Veamos algunos ejemplos para comprender mejor el sistema de interpretación de sueños. El Gato que ataca.- Si analizamos la vida del gato veremos que este es muy convenenciero, que si alguien en alguna otra casa le da de comer y lo trata mejor, sencillamente se va. Es obvio que si uno sueña algún gato que nos ataca generalmente representará tracción de alguien cercano a nosotros. Claro el gato en si mismo puede simbolizar también trabajo el fuego sagrado del amor. ¿Con cuál ley hemos interpretado este sueño?--- Con la ley de las analogías, pues el comportamiento del gato, es análogo a nosotros cuando traicionaos.
El Perro.- Una de las características principales es la fidelidad y eso representa en el mundo de los sueños, la amistad. Un perro manso significará amigos fieles, un perro que nos ataca, puede simbolizar que existe la probabilidad de que un amigo nos ataque.
León.- Si estudiamos al león veremos que se encuentra en la cúspide de la cadena alimenticia, que es –como se dice- el rey de la Selva, por ley de las correspondencias veremos que la Ley de causa y efecto es suprema, bajo ella se encuentra organizado todo lo existente, así como bajo el león se encuentran las demás clases de animales, por lo que si soñamos un león manso, un león que nos defiende o protege, será la ley a favor, que tenemos lo que se conoce en el mundo oriental como Dharma, es decir compensación, pago por algo que hicimos en el Pasado de bueno, y se está por pagar. Por el contrario si el león nos ataca quiere decir que está por cobrarse la ley alguna deuda que tenemos pendiente, y se nos avisa para que la paguemos con buenas obras.
El Lobo.- Es también un símbolo de la ley del Karma, pues así como a un lobo no se le escapa su presa, no hay nada que se escape a la ley, des decir, que todo lo que hacemos inexorablemente trae su consecuencia, sea positiva o negativa.
El elefante.- Simboliza la conciencia, pues es la fortaleza del elefante símbolo de la fortaleza que puede darnos la conciencia al ser despertada. Es símbolo también del Logos, de la divinal, de las fuerzas divinas.
Montaña.- Es símbolo del trabajo fecundo, del camino interno que cada uno debe seguir para lograr encontrarse con su real Ser, del trabajo por conquistarse a sí mismo.
Castillo.- Un castillo ha sido siempre un símbolo de grandeza, donde se encuentra el Rey símbolo del espíritu, por ello cuando se sueña con castillos generalmente representa logros espirituales, que existe posibilidad de avanzar internamente en el camino hacia el Ser cultivando el trabajo por el servicio desinteresado.
Lechuza.- Si generalmente nosotros relacionamos la lechuza con los trabajos que hacen las personas en contra de la voluntad, pues simbolizará esto, es también un símbolo funerario, pero no necesariamente que sea posible que nos vayamos a morir, más bien que algo tiene que morir dentro de uno, quizás algún defecto psicológico bien arraigado que se hace urgente que desaparezca.
Pescando.- El pez es símbolo de la Sabiduría cristica, por lo que verse pescando significa el trabajo con el Apostolado, es decir, el trabajar desinteresadamente por la humanidad llevando la enseñanza que pueda ayudarles a transformarse y salir del estado en que nos encontramos, dar luz, sabiduría a los demás.
Árbol.- En todos los libros sagrados del mundo el árbol es el símbolo de la sabiduría, del espíritu, de lo divinal, basta recordar el Árbol de la Vida como darnos una referencia de este símbolo tan extraordinario, si algún día soñamos un árbol partido en dos, indudablemente nos indican que andamos mal en el camino, que hay que rectificar, que es indispensable que nos sentemos en el banquillo de los acusados y reconocer nuestros propios defectos con el fin de corregirnos y enderezar nuestro camino.
Nubes.- Siendo el sol símbolo de la luz, la fuerza, lo positivo, los valores, de la misma Divinidad, es indudable que el soñar con nubes, siendo estas las que en un momento dado impiden ver la luz, nos indica que estamos confundidos, que nos falta claridad, que nuestras nubes - mente nos está obstruyendo la claridad espiritual.
Son los sueños un lenguaje extraordinario mítico, mitológico, simbólico a través del cual se nos ha guiado siempre, se nos indica el camino preciso a seguir, el sendero que debemos tomar para reconquistar la sabiduría del Padre interno.
No existe mejor persona que uno mismo para interpretar los sueños, pues estos se encuentran en íntima relación con nuestras vivencias muy particulares, debemos comprender que son mensajes para nosotros, sabiamente elaborados de acuerdo a nuestra forma de pensar, sentir y obrar.
La vigilancia y la lucidez son los senderos de la inmortalidad.
Los que vigilan no mueren. La negligencia es el sendero de la muerte.
Los negligentes son como si ya estuvieran muertos. BUDA
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